El consultor argentino que lideró la difusión de datos que mostraron las graves anomalías en en los comicios brasileños fue invitado a exponer en el Senado de Brasil.
Las elecciones del pasado 30 de octubre en Brasil todavía siguen bajo la lupa de diferentes. Desde que el Tribunal Superior Electoral (TSE) anunció que el candidato de la izquierda, Lula da Silva, habría obtenido la victoria ante el presidente Jair Bolsonaro, múltiples auditorías salieron a cuestionar el resultado debido a anomalías en las urnas electrónicas de votación.
El primero fue un informe del grupo “Brazil Was Stolen“, compuesto por expertos brasileños, estadounidenses y argentinos, presentado en conferencia de prensa por el consultor político Fernando Cerimedo.
Esta auditoría privada utilizó los datos públicos y generó una inesperada reacción en Brasil, revelando un resultado malicioso en las máquinas electrónicas utilizadas en las elecciones. Seguido a este informe, las Fuerzas Armadas presentaron su auditoría, donde señalaron un “riesgo relevante” de fraude, y luego el informe elaborado por el Instituto Voto Legal (IVL), que presentó como prueba el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro para exigir la anulación de las elecciones.
Dada a las múltiples denuncias de fraude, la Comisión de Transparencia, Gobernanza, y Fiscalización invitó formalmente a Fernando Cerimedo a realizar su exposición el día 30 de noviembre, frente al Senado Federal, para explicar sus descubrimientos.
El hashtag impulsado a través de las conferencias web llevadas a cabo por el argentino, #BrazilWasStolen, fue número uno en el mundo y causó revuelo a lo largo de todo el continente.
El argentino se transformó en un símbolo para los manifestantes del movimiento “Brazil Was Stolen“. Cientos de miles siguieron al argentino luego de su primer conferencia.
La audiencia comenzará las 9:30 de la mañana del miércoles y por primera vez un experto en la materia hablara sin tapujos de los problemas que tiene el sistema de votación en Brasil, ampliamente cuestionado por la población.
Entre los resultados más importantes del informe que Cerimedo hizo público, se descubrió que en las urnas electrónicas de modelos 2009, 2010, 2011, 2013 y 2015 (compradas durante los gobiernos del PT) no pueden ser auditadas y tuvieron resultados irreales, como una dispersión de votos imposibles.
Mientras tanto, las máquinas de modelo 2020 (compradas durante el gobierno de Bolsonaro), sí pueden auditarse por su moderno sistema, y en estas no se registran las anomalías. Según explica el consultor argentino, si solo se toman los votos de las máquinas del modelo 2020, que registraron casi la mitad de los votos emitidos, Bolsonaro obtuvo el 51,1% de los votos y Lula da Silva el 48,9%.
En los modelos de urnas viejas, no auditadas antes de las elecciones, Lula obtiene una victoria arrolladora, que da vuelta el resultado. Esto es significativamente extraño, ya que no debería haber diferencias sustanciales según el modelo de máquina utilizado para votar.
A la luz de dichas incongruencias, el Partido Liberal (PL) presentó un informe pedido al Instituto Voto Legal (IVL), dirigido por el ingeniero Carlos Rocha, quien obtuvo los mismos hallazgos.
Con estos informes, el partido más votado de las elecciones realizó un pedido de nulidad de las últimos comicios, aunque la expedición de la justicia no promete ser muy favorable dado que los jueces que componen la corte fueron elegidos mayoritariamente por el ex presidente Lula da Silva.