By Luego de avanzar sobre el área de energía y desplazar a los funcionarios vinculados con el kirchnerismo, el ministro de Economía, Sergio Massa, lanzará este martes un canje de deuda por el cual tratará de postergar vencimientos por el equivalente a 15.000 millones de dólares en los próximos tres meses.
Con esta acción, tratará enfrentar uno de los problemas más graves que tiene el país, aliviar la situación financiera del sector público.
Además, ante la fuerte desconfianza que persistía entre los bancos y los fondos comunes, que son los principales inversores en títulos en pesos del gobierno, el Tesoro tuvo que disponer un bono con lo que en la jerga se denominan “endulzantes”, es decir, algo más que la tasa de interés.
De ese modo, los bancos, fondos comunes de inversión e inversores que entren a la operación de manera voluntaria ahora quedarán cubiertos hasta septiembre del año próximo contra una escalada de la inflación o ante una potencial devaluación del tipo de cambio oficial, que no se desestima por parte del nuevo gabinete económico.
Para ello, la Secretaría de Finanzas armó una primera opción de canje que incluye Lecer, Lepase y Ledes que vencen este mes a ser canjeables por un Dual al junio del año próximo.
La segunda está integrada por Boncer y Ledes a septiembre que se cambiar por un Dual a julio del 2023, y un tercer paquete de Lecer y Ledes que concluyen en octubre y se canjean por un Dual a septiembre del año que viene.
Según informó la Secretaría de Hacienda, la operación va a ser liquidada el viernes y los pormenores de la operación fueron conversados con representantes de bancos, fondos comunes y el propio ministro Sergio Massa.
Se estima que un 62% de las letras emitidas por el Tesoro constituyen deuda intra Estado, mientras que un 50% es puramente entre agencias y empresas del Estado nacional y un 12 % en bancos provinciales.
