By Pero, ¿por qué se da este fenómeno? Con una sociedad cada vez más digitalizada, las motivaciones pueden ser varias, pero podemos nombrar al menos tres: criminal, corporativa o por motivación política.
Los atacantes motivados por el crimen buscan ganancias financieras por medio del robo de dinero o el robo de datos. Es una de las más usadas y donde los adultos mayores son la presa fácil ya que suelen caer en el engaño y brindar datos confidenciales que dan acceso a sus cuentas bancarias por ejemplo.
Del mismo modo, los ataques personales o corporativos suelen ser de empleados, actuales o anteriores, descontentos que se apropian de dinero, datos o cualquier otra cosa que les dé la oportunidad de interrumpir o dañar el sistema de la empresa.
Por último, los ataques con motivación política buscan atención a sus causas. Como resultado, hacen que el público los conozca. Esta práctica es también llamada hacktivismo.
Solo para mencionar algunos de los ciberataques más famosos de los últimos años podemos hablar de la cadena hotelera Marriott que en 2020 sufrió el robo de su base de datos y alrededor de 500 millones de clientes quedaron expuestos. Los atacantes pudieron acceder a datos como el nombre, dirección, e-mail, pasaporte o DNI y en algunos casos hasta número de tarjetas de crédito. En 2021, la famosa red social LinkedIn también fue víctima de un ciberataque donde se filtraron los datos de unos 700 millones de usuarios, lo que representaba el 90% de toda su base de datos.
En el caso de las empresas, con el auge del trabajo remoto y otras actividades que se convirtieron a digital, se vio un gran aumento de esta actividad criminal cibernética, obligando a los directivos a tomar cartas en el asunto.
Ahora bien, antes de avanzar, debemos entender cómo se clasifican estas amenazas y cómo es posible reducirlas.
Una forma simple de clasificar los riesgos es dividirlos por amenazas externas y amenazas internas.
Las amenazas cibernéticas externas incluyen grupos criminales de hackers profesionales, hackers aficionados como los hacktivistas o grupos de expertos criminales. Por el contrario, las amenazas internas generalmente son de usuarios que tienen accesos autorizados a los activos de la empresa y abusan de ellos. Como ya mencionamos pueden ser empleados descuidados de las políticas y procedimientos de seguridad, descontentos con intención de dañar a la empresa o business partners como clientes, contratistas y proveedores que tiene acceso al sistema.
Para contrarrestar esto, las organizaciones pueden reducir los ciberataques con un sistema de ciberseguridad eficaz. La ciberseguridad es la práctica que protege a los sistemas críticos y la información confidencial de ataques digitales, que involucran tecnología, personas y procesos.
Un sistema de ciberseguridad efectivo previene, detecta e informa los ataques cibernéticos utilizando tecnología clave de ciberseguridad y buenas prácticas tal como lo enseña Academia Numen en su nueva Diplomatura.
¿Por qué es importante la ciberseguridad?
El delito cibernético puede interrumpir o dañar seriamente un negocio.
El costo de una violación de datos alcanza millones de dólares a nivel mundial y entre estos se incluyen: descubrir la infracción, el costo por inactividad y la pérdida de ingresos, así como el daño a la reputación de una empresa y su marca a largo plazo. En algunos casos hasta puede provocar multas y acciones legales.
En Argentina se han hecho grandes inversiones a nivel corporativo, mejorando la seguridad integral de datos y otros activos, pero aún falta mucho por cubrir.
De la mano de esta realidad, surge la creciente demanda de profesionales para estas vacantes. La oferta académica es variada, existen cursos, masters y carreras entre las que se destaca Academia Numen con su Diplomatura en Ciberseguridad con título oficial. Cuenta con uno de los programas más actualizados del mercado con una duración de 8 meses e inicia el próximo viernes 14 de octubre con vacantes limitadas.
