Política

El gobierno porteño no apelará el fallo contra el aislamiento de los mayores de 70 pero pide que llamen al 147

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El gobierno acatará el fallo que le puso un freno a su plan para que los mayores de 70 años pidan permiso para salir a la calle y, aunque no insistirán con la cuestión, mantendrán vigente el servicio de asistencia a los adultos mayores a través de la línea 147.

“Es una cuestión estrictamente sanitaria”, explican. Para graficar la importancia del tema, informaron que ayer más de 35 mil mayores de 70 años llamaron al call center para pedir ayuda y el 40% desistió de salir a la vía pública tras aceptar la colaboración del equipo de voluntarios.

“Por eso les pedimos a los mayores de 70 que nos sigan llamando y nos dejen intentar ayudarlos porque tenemos alternativas para hacerlo”, precisaron desde la administración de Horacio Rodríguez Larreta.

El plan original había sido presentado como un permiso obligatorio con sanciones para los incumplidores. Luego de las críticas, la resolución oficial evitó las multas y reglamentó un esquema para que uno de los grupos de riesgo frente al COVID-19 realice un llamado telefónico antes de salir a la calle para comprar alimentos o cumplir con alguna de las actividades exceptuadas de la cuarentena.

En la práctica, funcionaba como un aislamiento agravado: no sólo tenían restringida su movilidad en virtud del confinamiento obligatorio, sino que además tenían que comunicarse con el gobierno porteño antes de salir a la calle.

La puesta en marcha de esta política pública generó la reacción de varias personalidades de más de 70 años, que publicaron fotos en redes sociales e iniciaron una campaña. Finalmente, anoche un juez de la Ciudad aceptó un amparo y dictó la inconstitucionalidad de la resolución.

El vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, confirmó el adelanto de Infobae. “No vamos a apelar la decisión judicial pero vamos a continuar con la medida de asistencia porque no es punitoria ni obligatoria”, señaló en Radio Mitre.

“Creemos que hemos puesto una muy buena herramienta al servicio de nuestros adultos mayores y ese es el objetivo”, insistió el funcionario al tiempo que admitió que los reclamos recibidos “son genuinos”. “Nos faltó claridad a la hora de la comunicación de la medida, eso quizás hirió algún sentimiento pero no es el objetivo. El objetivo fue sanitarista y no de coartar la libertad de nadie”, enfatizó.

El ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, también admitió errores en la forma de difundir la decisión: «Inicialmente no hemos comunicado bien la medida, tenemos que hacer un mea culpa ahí». Al mismo tiempo, ratificó que el objetivo es «evitar el riesgo, dejarnos ver si podemos ayudar».

“Por supuesto que no son tarados y la medida que estamos implementando no tiene que ver con eso. Evidentemente hubo una mala interpretación de lo que buscaba la medida”, explicó en diálogo con el programa “Ahora Dicen”, en Futurock.fm.

Ayer, el juez Lisandro Fastman resolvió que las personas pueden llamar a la línea 147 para pedir ayuda y asesoramiento pero no tienen la obligación de solicitar la autorización para salir de sus casas: “La imposición a todo adulto mayor de 70 años de edad, de la necesidad de comunicarse con el servicio de atención ciudadana al número 147, previamente a hacer uso de la posibilidad de realizar desplazamientos mínimos e indispensables para aprovisionarse de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos, tal como lo prevé el DNU 297/2020, resulta una exigencia más gravosa para ese colectivo de personas, que para el resto de la población, que extralimita los contornos de las medidas de aislamiento del conjunto de los habitantes”, sostuvo el magistrado en su resolución dictada el lunes por la noche.

“Por clasificaciones o categorías ´sospechosas´ se entiende aquellos supuestos en los que el legislador establece distinciones a partir de determinados factores, las que pueden responder a prejuicios o estereotipos que tienen el efecto de excluir del legítimo ejercicio de un derecho a categorías enteras de personas”, sostuvo el juez y ejemplificó que otras casos de esa caracterización son la raza, la religión, la discapacidad y el género.

“La medida –más allá de sus buenas intenciones por cierto, lo que se descarta importa una discriminación en razón de la edad, que vulnera los derechos y las garantías del grupo etario al cual se encuentra destinada, al imponer una exigencia mayor y distintiva del resto de la población”, explicó el magistrado en su resolución de 21 páginas.