El Gobierno anticipó el domingo por la noche que realizará nuevas modificaciones al Programa de Emergencia de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) para “morigerar el impacto de las medidas sanitarias adoptadas para mitigar la pandemia de coronavirus sobre los procesos productivos y el empleo”.
Lo hace siguiendo dos actas del Comité de Evaluación y Monitoreo del ATP y que integran los titulares de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; Economía, Martín Guzmán; Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni, y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
Según informó Infobae, mientras el Fondo dijo que el PBI global caería el 3%, el documento oficial lista la variación interanual en 18 sectores de actividad en la Argentina que sufrieron variaciones reales negativas. En 12 de los 18 se verifican caídas incluso en la facturación nominal y en 9 la caída nominal (a la que debe sumarse el factor inflación) es de dos dígitos, superando en algunos sectores el 50 por ciento.
El documento sirve de trasfondo a la decisión oficial de empezar a “flexibilizar” la cuarentena, y reconoce que “incluso sectores que están en condiciones operativas de producir han disminuido su actividad como consecuencia de una retracción de la demanda”.
“En muchas ramas hasta ahora no incluidas entre las elegibles por la ATP, debido a que o están exceptuadas de la cuarentena o tienen alto porcentaje de teletrabajo, un porcentaje notorio de las empresas está sufriendo bajas nominales en la facturación”, sostiene un pasaje.
El Anexo 5, elaborado por la Superintendencia de Salud, que controla 297 Obras Sociales y 726 entidades de medicina prepaga describe la “crisis sin precedentes” que atraviesa el sector y su “desfinanciación”, al precisar que los aportes y contribuciones de las obras sociales crecieron entre marzo de 2019 y 2020 un 29% (a $30.672 millones el mes pasado) “muy por debajo” de la inflación y del costo de la salud.
Por eso, la cartera que conduce Matías Kulfas “recomienda ampliar el listado de sectores potencialmente beneficiarios del ATP”. A similar conclusión llega en el caso de los trabajadores independientes formales al precisar que “el 75% de los autónomos han visto recortada sus ventas y/o sus compras”. Y si bien acota que se trata de una población “menos vulnerable que los trabajadores independientes informales”, tampoco se puede considerar “blindada” ante la pandemia.