Políticos

El increíble papelón del estratega de Massa y Urtubey

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Se hace llamar «el Durán Barba español», y se promocionaba en Argentina como el «gurú» de marketing político que guió a Andrés Manuel López Obrador en el camino a la presidencia de México, pero en política no todo es lo que parece

En efecto, conforme acaba de revelar el sitio azteca «Campaigns & Elections», Antonio Solá no sólo no lideró el equipo de consultores que posibilitaron el reciente triunfo de AMLO, sino que tampoco lo integró ni participó de la campaña en modo alguno.

El español, que en Argentina asesoró a Francisco De Narváez en las elecciones legislativas del 2013 y a Sergio Massa en la presidencial del 2015, es considerado un experto de la comunicación 2.0, con un enfoque en la «formación de liderazgos fuertes».

Además se le atribuyen 13 triunfos electorales en todo el mundo, uno de ellos el del ahora destituido Mariano Rajoy: otros «tocados» por su magia habrían sido el colombiano Juan Manuel Santos; los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox; y los haitianos Michel Martelly y Jovenel Moïse. Pero, definitivamente, no el mexicano Obrador, a pesar de lo que él mismo promociona en su cuenta de Twitter:

Sin embargo, el español fue expuesto en las redes y no le quedó más que confirmar en su cuenta de Twitter que a él no lo contrato “AMLO”, y que participó vía el PT, partido que según la pauta del INE, sólo hizo una campaña marginal con dos spots propios para la campaña presidencial, y que jamás fue tomado en cuenta como factor para ganar la elección o cambiar el giro estratégico.

El vínculo con Urtubey

El gobernador salteño conoció a Sola en un congreso de marketing político y lo buscó a través de un asesor que le propuso trabajar juntos. Ahora, el español llega a Ezeiza cada tres semanas y viaja a Salta para encontrarse con el mandatario salteño.

«Me atraen personalidades como la de Juan Manuel, cuando los veo decididos y enfocados, con una vocación de desarrollo como la que tiene en Salta», dijo en una entrevista con La Nación.

«Contrastar con Macri sería que Juan Manuel dijera que él no hubiera llamado al FMI. La suya sería una tercera posición bien marcada», dice, confiado en la posibilidad de franquear la «grieta» y absorber los votos del kirchnerismo en una eventual segunda vuelta.