«No vamos a acompañar el protocolo»: con esa sencilla frase, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, rompió el pacto que sostenía el Gobierno nacional con el porteño y le dio un portazo al proyecto de abrir escuelas en la Ciudad como “espacios digitales” para estudiantes con problemas con la educación a distancia.
«No queremos comprometer a nuestros alumnos ni docentes en lo que debe ser volver a las escuelas», dijo Trotta.
Según remarcó el ministro, es «fundamental priorizar la salud de nuestra comunidad educativa», y aseguró que «somos promotores del regreso, pero si la realidad epidemiológica nos permite. No aceptamos el protocolo de la Ciudad por la situación de ASPO, por lo que implica un enorme riesgo el regreso a las escuelas en las condiciones en las que lo están planteando»
Este rechazo se da pese a un acuerdo previo entre Nación y Ciudad que había sido revelado por Rodríguez Larreta: «Ya acordamos con el ministro Trotta la posibilidad de abrir algunas escuelas para que todos los chicos que hayan tenido algún problema de conectividad en sus casas puedan acceder a una computadora y a Internet. Siempre con turno previo y con protocolos», había dicho el jefe de Gobierno porteño al anunciar el regreso a clases, el 14 de agosto.
Trotta, en una conferencia por Webex Meetings con periodistas, explicó que «realizamos un análisis de lo presentado por Ciudad. La presentación es incompleta y no aplica los lineamientos pedagógicos apropiados».
«Si fuese una propuesta para los niños con mayores nivel de vulnerabilidad -que no es sólo el problema de conectividad- es una cosa, pero la Ciudad habla de ‘niños que no han tenido contacto con la escuela», dijo Trotta, en el sentido de falta de especificación de la propuesta.
Desde el Gobierno porteño, en tanto, dijeron que aún no fueron notificados formalmente del rechazo a su pedido, pero anticiparon que sin el aval de Nación no podrían abrir las escuelas el lunes, como era la intención de la administración Rodríguez Larreta, que la semana pasada presentó en el palacio de la calle Pizzurno su propuesta de protocolo de funcionamiento de estas aulas llamadas «espacios digitales».
El programa «Conectate en la escuela» del Gobierno porteño buscaba llegar a 634 escuelas (464 primarias y 170 secundarias), con un máximo de 15 chicos por cada escuela (con un coeficiente de ocupación de una persona cada 15 metros cuadrados). Está destinado a todos aquellos alumnos porteños que hayan tenido problemas con la continuidad pedagógica en medio de la pandemia, porque no tienen buena conectividad, la cantidad suficientes de dispositivos en sus hogares, o porque prefieren estudiar en el colegio en lugar de hacerlo en sus casas.