By Los cuadernos de las coimas del ex chófer Oscar Centeno alcanzaron a la titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini: el financista de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, Ernesto Clarens, declaró que recaudó $30 millones en coimas para el programa de construcción de viviendas de su organización, Sueños Compartidos.
En su declaración como imputado colaborador ante el fiscal federal Carlos Stornelli, Clarens relató que, por orden del ex secretario de Obras Públicas, José López, comenzó a recaudar para el programa de viviendas que llevaba adelante Hebe y por el cual ella, más los hermanos Sergio y Pablo Shoklender, se encuentran procesados por desfalco al Estado.
Clarens asegura que ese pago fue realizado en 2013, la misma fecha en la que estalló el escándalo por el desvío de fondos en el programa de viviendas de Hebe por $200 millones aproximadamente, que tenían que ser destinados para la construcción de viviendas pero fueron usados, según declaró Shoklender, para tapar agujeros financieros de la Fundación.
La causa generó una ruptura total entre Hebe y Sergio, a quien consideraba un “hijo adoptivo”, a punto que la titular de Madres y su defensa negaron que haya tenido alguna participación en la maniobra. No obstante, en el expediente hay varios peritajes que certificaron que era su firma la que estaba rubricada en los papeles.
Ante el fiscal Stornelli, y en un acuerdo que homologó el juez de la causa Claudio Bonadio, Clarens sostuvo que ese pago de $30 millones fue justamente para tapar el problema financiero que surgió en la Fundación cuando estalló el escándalo.
Esos problemas prosiguieron y, como consecuencia, es que la ex presidenta y actual senadora nacional, Cristina Fernández de Kirchner, tuvo que enviar al Congreso una ley para estatizar la Universidad de las Madres debido a que arrastraba una considerable deuda.
