La escalada inflacionaria no da tregua, y golpea el bolsillo de los sectores más vulnerables, en este caso el sector pasivo, que según un relevamiento de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, necesitó 151.478 pesos para cumplir sus necesidades básicas en octubre.
“Los nuevos datos de la Canasta Básica de los Jubilados ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más el sector”, explicó Eugenio Semino.
En tanto, si se compara el mismo periodo del año pasado, se demuestra que la canasta básica para los abuelos se duplicó. Pasando de 75.505 pesos en octubre 2021, a un 100,6% en los últimos doce meses.
“Se trata de un monto del que está absolutamente excluida la amplia mayoría de las personas que cobran una jubilación”, planteó el Defensor de la Tercera Edad. Quien además, destacó que el promedio de jubilaciones está en 60 mil pesos.
El referente del sector pasivo, sostuvo que son “6 millones los jubilados que cobran una mínima de $43.000 y el resto recibe un haber promedio de $65.000 o una Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) de $ 34.642”.
“El intento de mitigar el problema mediante el anuncio de bonos que son como monedas arrojadas a un pueblo hambriento no solamente son inútiles sino también contraproducentes. Son parches que resaltan el agujero que quieren ocultar”, disparó Semino.
Frente a esta situación, el defensor reclamó, “No es que los jubilados sigan estando mal, es que están cada vez peor y no hay perspectivas de que la situación se revierta”.
“Son 7.200.000 de jubilados y jubiladas, ¿cómo puede salir adelante un país cuyo Estado hunde directamente en la pobreza a más del diez por ciento de su población?”, se cuestionó el servidor.