La autopartista Saint- Gobain Sekurit, fabricante global de parabrisas, cerró la semana pasada su planta de la localidad de Campana tras acordar el retiro voluntario de sus 150 empleados por una suma equivalente a la doble indemnización que rige hasta fin de año.
La salida de la autopartista de origen francés se suma al cierre reciente de las autopartistas Basf y Axalta, dos grandes empresas de pintura para autos.
La planta había sido inaugurada en 2016, con una inversión de US$ 200 millones y el objetivo de fabricar unos 200.000 parabrisas al año. Sin embargo, nunca logró superar los 50.000 anuales.
La producción estaba parada desde febrero de este año, cuando la compañía decidió suspender a su personal ante la crisis. Según aseguraron, la cuarentena no fue el detonante del cierre de la fábrica, aunque la compañía aprovechó el parate para negociar el retiro voluntario de sus empleados.
Saint-Gobain Sekurit era proveedora de Chevrolet y Renault, además de abastecer el mercado de repuestos. Además de la planta de Campana, la compañía de capitales franceses tiene un depósito en Tortuguitas y una distribuidora en Córdoba, que también está en situación delicada.
Las automotrices sufren una crisis sin precedentes por la cuarentena en el AMBA: según datos de la cámara ADEFA, el sector registra una caída interanual del 34,2%, con 123.158 unidades vendidas entre enero y junio.