By La brecha entre los Precios Máximos en las grandes cadenas de supermercados y los valores en otros negocios por fuera de esa disposición oficial pueden llegar hasta un 48%.
Así lo advierte un informe privado de la consultora Focus Market, que subrayó que el programa oficial puesto en marcha en el inicio de la emergencia sanitaria «tiene mayor nivel de presencia y posibilidad de fiscalización en las grandes cadenas de supermercados, pero no en otras formas comerciales minoristas como kioscos, almacenes, autoservicios chinos y supermercadistas independientes».
Además, el análisis detalla que «el programa Precios Máximos fue reduciendo su nivel de presencia y congelamiento de precios para categorías básicas de alimentación como aceite, yerba mate, aceite, café, pan y huevos, entre otros y se espera que parte de esos productos se mantengan dentro del programa de Precios Cuidados a renovarse la semana que viene con ajuste trimestral de precios».
Argumentó así que hay brechas «de precios en mismos productos y marcas entre canales» y calculó que las diferencias llegan al 48%, como en el caso del arroz.
En otros productos las brechas son del 26%, como en el yogur, 24% en el tomate perita, y 22% en el atún. Menos del 20% de diferencia tienen los fideos mostacholes (hasta 15 %), la manteca (hasta 12 %), la leche larga vida (hasta 19 %) y la harina 000 (hasta 14 %).
«El sistema de la fijación de precios por fuera de la voluntad de los agentes económicos privados genera este tipo de diferencias porque no se pueden controlar todas las formas comerciales, ni sus actores ni cada uno de los productos en todo lugar y momento», explicó el economista Damián Di Pace, director de Focus Market, a Diario Perfil.
En la misma línea señaló que «se ha generado un desdoblamiento entre los Precios Máximos que el Estado otorga a las empresas por cada producto y el Precio Real de Mercado que se fija en relación a la voluntad privada de las diferentes formas comerciales en competencia» expresó.
Para Di Pace, «la intervención sobre los precios no dificulta sólo la preservación del empleo, sino que detiene cualquier expectativa futura de inversión e innovación y procesos de mejora continua».
