By A lo largo de los años, la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en territorio casi impenetrable para el kirchnerismo, y eso transformó a sus ciudadanos en blanco recurrente por parte de los principales referentes de esta fuerza política. Uno de los últimos ataque fue lanzado por el hijo de la vicepresidenta y fundador de La Cámpora, Máximo Kirchner, quien llegó a decir: «Los porteños tienen tendencia a votar a los que quieren ocultar lo que pasó en la dictadura».
Este ataque abierto, sin embargo, no condicionó una curiosa alianza que se dio en los últimos meses entre vecinos del barrio más exclusivo de la Ciudad de Buenos Aires y un sector del kirchnerismo porteño. ¿Es que ha llegado la hora del «piquete paquete»? ¿Está naciendo un ala bolivariana, revolucionaria y ultra K en la zona mas elegante y tradicionalista de la Ciudad? Las contradicciones de la política porteña no parecen tener fin, y alumbran las alianzas mas increíbles…
Se trata de vecinos agrupados detrás de la cuenta de Twitter Palermo Chico Protege, que asegura ser una «asociación de vecinos en defensa del patrimonio histórico». Sin embargo, se ven los hilos detrás.
La cuenta fue creada la misma semana en la que un pequeño puñado de vecinos realizó una marcha en la zona del museo Malba, y se propone emplear a los bienpensantes residentes de este exclusivo barrio para intereses poco transparentes y de corte político y económico, propios del modelo K. Desde esa plataforma se coordina con militancia edulcorada una protesta enraizada con negocios poco transparentes. Lejos de impulsar un fin urbanístico, el único objetivo que parecieran perseguir en esta cuenta de Twitter es la de generar conflictividad y promover un levantamiento cuasi piquetero con personas que llegan a casa a bordo de sus BMW.
Parece surreal, pero los vecinos del exclusivo barrio trazaron una alianza con la ONG ultrakirchnerista Basta de Demoler, que se encarga de replicar cada uno de los mensajes que envía la pequeña cuenta de Twitter Palermo Chico Protege, quizás su subsidiaria para audiencias de elite. Todo contenido que se publica en esta pequeña cuenta con poco más de 200 seguidores es rápidamente replicado por Basta de Demoler.
Pero, ¿quiénes están detrás de Basta de Demoler? Esta ONG tiene vínculo directo con el Observatorio de la Ciudad, otra ONG fundada por Jonatan Emanuel Baldiviezo, quien tiene aceitados vínculos con un sector del progresismo K porteño y es un asiduo crítico de los desarrollos urbanísticos de la Ciudad de Buenos Aires. El principal apuntado es el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a quienes muchos de los vecinos de Barrio Parque aseguran haber votado en 2019.
Quiénes son los vecinos
Entre los vecinos de Barrio Parque que conforman esta asociación con el kirchnerismo hay apellidos de peso. En una reciente Carta de los Lectores en un medio nacional estampan sus nombres Magdalena Cordero y Juan Fagalde.
La lista es más extensa. Pero hay otros que prefieren mantenerse en la sombra. Alerta 140 confirmó que entre los más notables se encuentra el de un empresario que pareciera encontrarse a los dos lados del mostrador. Se trata de Eduardo Cohen, un hombre de negocios dedicado nada casualmente al desarrollo inmobiliario, pero que a la vez reconoció públicamente financiar a Basta de Demoler, y que tiene un llamativo interés en frenar toda obra en la zona mientras aporta recursos a quienes buscan prohibir a sus competidores en el mercado. ¿Estará buscando algo más? ¿Es un conflicto de intereses? ¿Es un problema moral o legal el que afrontará? En cualquier caso, el de Cohen es un nombre que merece una atención especial…
Al mismo tiempo, algunos de estos nuevos militantes del kirchnerismo de Barrio Parque sondean a periodistas de alcance nacional para hacer crecer el ruido, en busca de conflictividad, según pudo confirmar Alerta 140.
«Tabac es el búnker de reunión de un conocido periodista que los recibe ahí para asesorarlos», comentó un vecino del mismo barrio, que presenció al menos uno de estos encuentros y ve con malos ojos la alianza entre este grupo de vecinos y el kirchnerismo. «La verdad es que a mi no me afecta, pero no me gusta la cosa turbia», se sinceró.
«Conozco a muchos de los que están empujando el tema, y lejos están de tener un interés real por el patrimonio», comentó con sorna la misma fuente a Alerta 140.
Asombro e incredulidad. Pero esto es creer o reventar: el kirchnerismo empieza a hacer pie en Libertador y Coronel Díaz y sus nuevos militantes parecen dispuestos a abrazar sus métodos moral, económica y políticamente heterodoxos.
