Organizaciones sociales, políticas y sindicales arrancaron este martes un acampe en Plaza de Mayo en reclamo de la liberación de la líder de la Tupac Amaru Milagro Sala y para «visibilizar su detención arbitraria», tras 2000 días «como presa política».
Los organizadores aseguran que Milagro Sala está detenida «por orden de Gerardo Morales», gobernador de Jujuy, y cuestionan que de los 2 mil días de detención «más de esos quinientos cincuenta días han transitado con el peronismo gobernando».
Además, critican la posición del Presidente: «El Gobierno no se olvidó de Milagro Sala, sino que no sabe cómo resolver el problema. Y nosotros le venimos a dar la respuesta: ejerciendo el poder que le dio el 48% de nuestro pueblo y volviendo a generar una sinapsis entre la militancia que resistió los cuatro años de macrismo con las políticas de Estado», dijo Alejandro «Coco» Garfagnini, coordinador de la Tupac a nivel nacional, a Radio 10.
Para Garfagnini «el que tiene que tomar la decisión política de ejercer concretamente mecanismos para liberar a la Milagro es nuestro compañero Presidente»: «Tiene que salir de la neutralidad y tomar posición en los hechos, no sólo en el diagnóstico en el que estamos de acuerdo. Le pedimos a nuestro Gobierno que ejerza el poder que le transfirió el 48% del electorado. Como lo hizo Néstor Kirchner, como lo hizo Cristina, ahora lo tiene que hacer él», agregó el referente porteño de la organización, que repasó el listado de funcionarios del oficialismo que acompañan el pedido por Milagro, entre los que mencionó a los ministros Agustín Rossi (Defensa), Martín Soria (Justicia), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres), el secretario Horacio Pietragalla (Derechos Humanos), entre otros.
El año pasado, Alberto F. descartó la posibilidad de un indultar a la dirigente jujeña, quien tiene dos condenas (una a 13 años de prisión) y fue detenida en 2016 en el marco de la causa «Pibes Villeros», en la que fue condenada por ser considerada la jefa de una asociación ilícita y coautora de los delitos de extorsión y defraudación al Estado.
El acampe, por la dirigente jujeña y otros nueve detenidos, fue reducido -primero se preveía la instalación de 2 mil carpas simbólicas- para respetar las de distanciamiento y cuidados en el marco de la pandemia y se montaron a lo largo de toda la Plaza de Mayo gacebos del Frente Milagro Sala, de organizaciones de Derechos Humanos, sindicales, sociales y políticas hermanas.