Economía

Los alimentos básicos aumentaron entre 17 y 20 puntos por encima de los salarios y las jubilaciones

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En el último año, los precios de los alimentos básicos le sacaron entre 17 y 20 puntos a los salarios formales y a las jubilaciones y pensiones. 

En los últimos 12 meses, a abril, la canasta básica de alimentos aumentó entre 49,1%, en la Región Metropolitana y 51,8% en Tucumán. La inflación promedio fue del 46,3%, mientras los salarios formales y jubilaciones, a marzo, subieron en un año entre el 29,4 y 33,3%, según los registros oficiales.

De estas cifras se desprende que salarios formales y las jubilaciones y pensiones retrocedieron un 10% frente a la inflación y entre un 12/13% con relación al incremento interanual de los alimentos básicos.

En abril y mayo los que ganan la jubilación mínima ($ 20.571) recortarían apenas una parte de esa pérdida por el cobro del plus de los $ 1.500. Aún así, en 13 y 14 meses acumularán un alza del 38,8%, por debajo de la evolución de los precios de la canasta básica alimenticia que rondará el 55%.

En junio, el aumento del 12,12% en las jubilaciones no alteraría mayormente este escenario para los que ganan la jubilación mínima porque el aumento absorbe los bonos de $ 1.500.

En el caso de los salarios dependerá de los aumentos que se están pactando en las paritarias, con subas en cuotas del orden del 30/35% anual, lo que seguramente obligará a ejecutar las cláusulas de revisión pactadas en los convenios porque las proyecciones de inflación superan esos porcentajes.

Un año atrás, el salario promedio formal neto superaba en un 10% al valor de la canasta familiar básica de pobreza. El mes pasado, la canasta de pobreza cerró en $ 62.957,54.

En tanto, en marzo el salario registrado en promedio, luego de los descuentos de jubilación y salud, quedó en mano $62.921,58, 36 pesos por debajo del valor actual de la canasta familiar tipo.

La pérdida de ingresos en relación a los precios de los alimentos se amplía para los salarios más bajos que, en relación al promedio, aumentaron en porcentajes menores.

Los sectores de menores ingresos destinan el 45,2% de sus gastos a la compra de alimentos. En la otra punta, el 20% más rico, el 26,6%. Por eso la suba de los precios de los alimentos golpea más a los que tienen ingresos bajos.