Una investigación periodística de Perfil reveló esta semana que el intendente de Tigre, Julio Zamora, tiene cinco familiares directos que cobran un sueldo en el municipio, un claro ejemplo del nepotismo que manda dentro de los municipios bonaerenses.
Zamora, que alcanzó a cobrar poco más de $200.000, cobra hoy (tras rebaja de más de un 50% por la declaración de la emergencia municipal) algo más de $70.000. Su hermano Mario, por su parte, cobraba unos $180.000 como secretario del municipio y hoy cobra menos de la mitad.
El segundo caso es el de su hija, Magalí Zamora, quien trabaja como administrativa y cobraría unos 48 mil pesos por mes. Aunque, según el medio, la mujer “ya venía trabajando” antes de que asuma su padre.
El tercero, es Andrés Pérez, yerno del intendente. El hombre trabajó en el equipo de legal y técnica del municipio, ya que es abogado. Al igual que sus pares, cobraría un sueldo alto, de unos 88 mil pesos por mes.
El intendente del Frente de Todos, ocupa además en su gobierno a su yerno, Damián Roche, también funcionario municipal con un salario de 76.000. Es fotógrafo y se desempeña en el área de Comunicación.
Por su parte, Graciela Basso, la cuñada de Zamora, es psicóloga y trabaja en el área de Niñez. Su sueldo asciende a $102.000. Otro caso, aunque fue un cargo electivo, es de Gisela Hortazo, quien tiene una banca como concejal y, a la vez, es la esposa de Zamora. Fue electa en 2017 y gana unos $77.500.
El caso surgió luego de que hace una semana y media atrás, el municipio despidiera a un grupo de trabajadoras del área de Género y Niñez, que hasta el momento se desempeñaban como monotributistas.