By El juez federal Julián Ercolini procesó este miércoles con prisión preventiva a 10 militantes anarquistas acusados de colocar explosivos en el cementerio de la Recoleta y en la casa del juez federal Claudio Bonadio.
Ercolini consideró que el atentado frente al mausoleo del jefe de policía Ramón Falcón estuvo «consumado» mientras que el episodio ocurrido en la casa de Bonadio el 14 de noviembre pasado quedó en «tentativa» al no haber explotado ningún dispositivo.
Sin embargo, aseguró que Hugo Rodríguez, Gastón Cárdenas, Julieta Fernández, Clarisa Cárdenas, Juan Manuel Rodríguez, Ernesto Marinageli, Roberto Omar Medina, Álvaro Gonzalo Godoy, Marcelo Oscar Medina y Marco Nicolás Viola pusieron en peligro a Bonadio, a su familia, a sus custodios y a transeúntes.
Los acusados seguirán presos y con embargos por un millón de pesos porque «formaron parte de una organización la cual dispusiera de distintos objetos, entre ellos material explosivo y elementos para su fabricación e instrumentación, con el fin de utilizarlos para la comisión de delitos contra la seguridad común; ello con el objeto de infundir temor público como modo de imponer sus ideas y combatir las ajenas, así como para generar conmoción social, tumultos y desórdenes», afirmó el juez.
Anahí Esperanza Salcedo, la mujer en silla de ruedas que ingresó al cementerio y a la que se le detonó el explosivo en la mano, sigue internada en grave estado en el hospital Fernández y no pudo ser indagada, por lo cual no se resolvió aún su situación procesal.
Ercolini consideró «acreditado con el grado de probabilidad requerido para la etapa que se transita, la existencia de una agrupación conformada cuanto menos por Anahí Esperanza Salcedo, Hugo Alberto Rodríguez, Gastón Cárdenas, Julieta Fernández, Clarisa Cárdenas, Juan Manuel Rodríguez, Ernesto Marinageli, Roberto Omar Medina, Álvaro Gonzalo Godoy, Marcelo Oscar Medina y Marco Nicolás Viola, la que en pos de imponer sus ideas y combatir las ajenas, se vale de distintos medios a efectos de generar temor en la sociedad».
La agrupación se reunía en un departamento ubicado en la calle Pavón 2345, donde la policía encontró elementos que confirmaban sus actividades.
El juez remarcó que si bien «numerosas pruebas dan cuenta de las ideas anarquistas postuladas por los integrantes de dicha agrupación», el procesamiento no es por sus ideas sino por «el modo empleado para hacerlas prevalecer, mediante la colocación de artefactos explosivos» tanto en lo de Bonadio como en el mausoleo del ex Jefe de Policía.
