Política

Ricardo Jaime, en juicio oral: «No compramos trenes chatarra y no me enriquecí»

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Ricardo Jaime, el exfuncionario del kircherismo que en 2015 confesó haber cobrado coimas de empresarios a los que debía controlar desde el cargo de secretario de Transporte que ejerció durante los primeros seis años del kirchnerismo, se sienta desde la semana pasada en el banquillo de los acusados del Tribunal Oral Federal 6, donde es juzgado por enriquecimiento ilícito, tanto suyo como de sus testaferros y por la compra de trenes chatarra que hizo el Estado en España y Portugal.

Jaime llegó ayer por la mañana a los Tribunales de Comodoro Py 2002 en una camioneta Mercedes Benz  color negra del Servicio Penitenciario Federal recuperada de la corrupción.

Pasadas las 10 de la mañana comenzó una nueva audiencia del juicio que se inició la semana pasada. Allí lo acompañan como imputados Julieta, una de sus hijas, y Daniel, uno de sus hermanos. Están acusados de testaferros al igual que otras personas que participaron del esquema de negocios oscuros montado por Jaime en la secretaría de Transporte entre 2003 y 2009.

El ex funcionario decidió declarar en indagatoria en el juicio aunque no aceptó contestar preguntas. Al comienzo de su alocución -que duró algo más de una hora- Jaime señaló: «No compramos chatarra y no me enriquecí«.

Luego intentó cimentar esas dos afirmaciones. Respecto de la millonaria compra de trenes en desuso realizada en España y Portugal, dijo que se hizo de acuerdo a las directivas del entonces presidente Néstor Kirchner, quien le ordenó adquirir material de rezago para luego repararlo aquí y reactivar la producción de los talleres ferroviarios.

Jaime dijo que hay material rodante adquirido en aquella operación que funciona muy bien como el «tren de la sierras en Córdoba y el que va a Rosario». La Auditoría General de la Nación -que depende del Congreso- determinó que en aquella compra se pagaron sobreprecios de hasta un 171%, buena parte de los trenes no funciona y está arrumbado y que no se controló lo adquirido.

Sugirió que en el juicio también deberían estar como acusados los integrantes de las sociedades estatales españolas y portuguesas que vendieron el material ferroviario en desuso: «Voy a descartar que el Estado argentino fue estafado. Porque si aceptara que compramos chatarra tengo que colegir que fuimos estados y que los profesionales que inspeccionaron y recibieron los trenes fuimos estafados. Y serían dos gobiernos los estafadores: España y Portugal. Para para desmentir esto deberían declarar como testigos los funcionarios de las empresas estatales de España y Portugal», propuso Jaime.

El ex funcionario cerró su soliloquio sobre los trenes adquiridos en Europa cuando dijo: «No compramos trenes chatarra. La política que pensó Néstor Kirchner para los ferrocarriles se cumplió durante mi gestión. Desconozco por qué no los repararon. Se llevaron a los talleres. Y los que se arreglaron comenzaron a funcionar, inclusive aún funcionan algunos».

Jaime consideró injusta su detención desde 2016 en la causa de los trenes chatarra y explicó que su condena a prisión efectiva por la Tragedia de Once aún no está firme porque hay una apelación pendiente en la Corte Suprema de Justicia.

Jaime, por otro lado, es el mismo que en 2015 admitió haber sido coimeado por los empresarios Néstor Otero y Claudio Cirigliano, y que negó haberse enriquecido ilícitamente.