Política

Según sus propios recibos, Victoria Donda no le aumentó el sueldo en blanco a su empleada en cinco años

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Después de haber sido denunciada por el delito de defraudación contra la Administración Pública, en grado de tentativa, por haberle ofrecido a su empleada doméstica un contrato en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), este miércoles se dieron a conocer los recibos de sueldo que Victoria Donda le pagó a la mujer que trabaja en su casa, Arminda Banda Oxa. Según los documentos, la funcionaria le pagó en blanco el mismo monto desde julio de 2016 hasta enero de 2021: $5.000.

El escándalo estalló el lunes cuando Osvaldo Barsanti, abogado de Arminda, contó que la empleada doméstica trabajó “diez años totalmente en negro, y los últimos tres o cuatro estuvo parcialmente registrada, es decir que estaba registrada con un monto menor del que le correspondía”. Donda, en la otra vereda, aseguró que el vínculo laboral existe desde 2016 y que siempre fue en blanco.

 

Pero a pesar del carácter formal del trabajo, los recibos de sueldo muestran que, entre julio de 2016 y enero de 2021, y el pago fue exactamente el mismo la titular del INADI solo le pagó a su empleada $5 mil.

Durante cinco meses, entre fines de 2018 y comienzos de 2019, hubo un aumento de $1.500, pero luego el sueldo volvió a bajar a los $5.000 que le siguió abonando hasta este mes.

Según la escala salarial que figura en la página de la AFIP, el sueldo por hora del personal para tareas generales en diciembre de 2018 era de $87,50, mientras que en diciembre de 2020 era de $158,95. Es decir, solo en el lapso de esos dos años correspondía un aumento del 81,6%.

En cuanto a los aportes laborales, tal como se puede constatar en los recibos, en julio de 2016 Donda le pagó a su empleada doméstica $352. En enero de 2021 no se observan grandes cambios: $363,35.

El abogado Barsanti dialogó ayer con radio Rivadavia y contó: “De modo informal, Arminda inició una charla con Victoria por dos motivos. Primero, por las deficiencias registrales, y segundo, por incumplimiento, porque durante la pandemia Victoria no se hizo cargo de los salarios de los que debería haberse hecho cargo con motivo de las normas que dictó el propio Gobierno durante la pandemia, con las cuales podían no prestar el servicio pero tenían garantía salarial”.

Según su testimonio, ante este planteo Donda le sugirió la posibilidad de renunciar: “Victoria le contestó con ofrecimientos de planes o contrataciones en el INADI a cambio de su renuncia. No hacerse cargo de sus obligaciones como empleadora, sino trasladarle ese costo al Estado nacional a través de alguna de estas figuras que le ofrecieron”.