Economía

Suba de tarifas: el Gobierno oficializa la quita de subsidios para quienes consuman más de 400 kilowatts mensuales

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Un nuevo golpe al bolsillo se suma a los ya cotidianos aumentos de alimentos, que marcaron un 7% en agosto. Es que el Gobierno oficializó la suba en los servicios de luz, agua y gas, a partir de septiembre.

A través de la Secretaria de Energía, se estableció que no tendrán subsidios los consumos realizados desde el 1 de septiembre de 2022 que excedan los 400 kilowatts mensuales. El organismo que depende del Ministerio de Economía, que encabeza Sergio Massa, se enfocará en los hogares de ingresos medios.

Entonces, quien exceda ese tope pasará a pagar la misma tarifa sin subsidios que pagarán los usuarios del Nivel 1, que son los hogares de mayores ingresos. Los usuarios del Nivel 3, de ingresos medios, en consideración a los datos proporcionados en las declaraciones juradas para solicitar los subsidios energéticos podrían morigerar, a partir de incentivos económicos, el consumo de energía eléctrica.

Según estimó el Gobierno, el 80% de los usuarios de electricidad de todo el país consume menos que 400 kilowatts mensuales. Ese tope rige para todo el país, con excepción de las provincias de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco y La Rioja, que será de 550 kilowatts por mes, ya que en esas jurisdicciones la cobertura de gas natural por redes no supera el 25% de los hogares.

En el caso de los usuarios del Nivel 2, que son los de menores ingresos, no se aplicará ningún tope, porque “no podrían afrontar el pago de nuevos incrementos del servicio”, indicó la resolución.

Además, esos hogares ven «imitada la posibilidad de reducir el nivel de consumo de energía a través de incentivos económicos, debido a que se encuentran condicionados por otras variables, tales como la cantidad de integrantes del hogar, las características de la vivienda y la eficiencia de los artefactos domésticos”, destaca la misiva oficial.

En tanto, el organismo energético, justificó esta medida al señalar que “a los fines de asegurar la distribución equitativa de los subsidios de conformidad con el uso racional y responsable de los recursos energéticos, deviene necesario propiciar la implementación de un esquema de asignación de topes de consumo sin quita de subsidio diferenciado, de acuerdo con las características propias de cada jurisdicción, para los usuarios residenciales que no afronten el costo pleno de la energía”.