La administración de Trump considera en estos momentos redefinir el género desde la ley sólo como masculino y femenino, es decir, por la condición biológica al momento de nacer.
La decisión, si se aprueba en el Congreso, sería una acción definitiva para revertir las medidas adoptadas por la anterior administración de Barack Obama, que amplió el concepto legal de género en programas federales y que fortaleció el concepto de la llamada ideología de género, que enfatiza que el mismo es una elección del individuo y no determinada por la biología. El mismo tipo de percepción, con nítida fundamentación ideológica y no científica, pasó a fomentar discusiones en varios países del mundo.
La política del gobierno de Obama permitió que se creara el concepto de baños y vestuarios escolares «trans».
Ahora, el Departamento de Salud y Servicios Humanos quiere eliminar este concepto de raíz y establecer una definición legal que cambiaría una ley federal de «derechos civiles», que pretende impedir la «discriminación de género» en los programas de educación que reciben asistencia financiera del gobierno.
El argumento de la agencia gubernamental es la necesidad de adoptar una definición uniforme sobre género, optando por la «base biológica clara, fundamentada en la ciencia, objetiva y administrativa».