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Vacaciones: la Ciudad le pedirá a los turistas un test PCR, pero no una cuarentena

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El Gobierno porteño anunció este viernes la reapertura de Buenos Aires al turismo, tanto nacional como internacional «con protocolos de cuidado». Todos los que lleguen a la Ciudad, tanto por micro o avión como por auto particular, deberán someterse a un testeo para determinar si tienen coronavirus. Sin embargo, no habrá cuarentenas, excepto que se detecte a un viajero contagiado o que sea contacto estrecho de un positivo.

La temporada oficial de turismo en la Ciudad arrancará el fin de semana largo del 5 al 8 de diciembre. Para entonces, el Gobierno porteño dispondrá distintos operativos de testeo en la terminal Dellepiane para quienes arriben en micro. De momento, la de Retiro está cerrada por obras y a la terminal de Villa Soldati, según precisó el secretario de Transporte porteño, Juan José Méndez, arriban 210 ómnibus por semana. «Vamos a ir aumentando esa cantidad para mejorar la conectividad», explicó.

Mientras tanto, quienes lleguen a la Ciudad en auto particular tendrán que hacerse el testeo dentro de las 24 horas del arribo en el Centro de Convenciones Buenos Aires, que está junto a la Facultad de Derecho, o en el Edificio de la Munich, ubicado en Costanera Sur.

En el Aeropuerto de Ezeiza, desde el 15 de diciembre se montará el operativo para testear a quienes lleguen en avión.

Serán testeados tanto los turistas nacionales e internacionales como los residentes que regresen a la Ciudad. La metodología utilizada será una prueba de saliva porque, según explicaron las autoridades en la conferencia de prensa, es una prueba sencilla, rápida y menos invasiva que el hisopado.

El test tendrá un valor de $2.500 para el turista internacional. En el caso de los argentinos que regresen al país y tengan como destino la Ciudad, ese costo será cubierto por la cobertura de salud que tengan. Para las personas con discapacidad, que reciban asistencia estatal o los jubilados, será gratuito. Los menores de 12 años estarán exentos del testeo.

En el momento de su arribo a la Ciudad, los turistas deberán pasar por el test local, pero no tendrán que esperar el resultado, que demorará 12 horas, ni deberán cumplir una cuarentena. En caso de que el estudio de positivo, sí se contactará al viajero y a los contactos estrechos que hayan llegado con este para aislarlos. Pero en esas 12 horas previas a conocer el resultado, los viajeros podrán moverse libremente.

En el Gobierno porteño explican que, con la colaboración del ENACOM y de las empresas telefónicas, cuando se detecte el ingreso a la Ciudad de personas con celulares que no tienen la característica 011, automáticamente se les enviará un mensaje de texto para avisarles que tienen que realizarse el test. Ese mensaje tendrá un link a Boti, el chat de la Ciudad, que los guiará para cumplir el requisito. También recibirán un mensaje los residentes porteños con celulares que no hayan sido captados por antenas de la Ciudad en un lapso de 72 horas.

Según las cifras oficiales, en 2019 a Buenos Aires llegaron 2,9 millones de turistas internacionales, que gastaron U$S 1.839 millones, y 6,9 millones de turistas nacionales, que dejaron U$S 645 millones. Esto representa un total de U$S 2.484 millones que quedaron en la Ciudad.

«Los países limítrofes aportan más del 50% de los turistas internacionales que arriban a la Ciudad», precisó Gonzalo Robredo, presidente del Ente de Turismo porteño.

Pero este año, la pandemia de coronavirus paralizó el turismo. «En el marco del plan de puesta en marcha de la Ciudad, llegó el momento de reactivarlo. Estamos preparados para afrontar el flujo de visitantes», aseguró Fernando Straface, Secretario General y de Relaciones Internacionales.

El plan, según subrayaron durante el anuncio, fue coordinado con los Ministerios de Transporte y de Turismo de la Nación, el ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos) y Migraciones.