By Como abogado, Gregorio Dalbón no se destaca por sus brillantes reflexiones o sus profundas investigaciones. Es, más bien, un abogado mediocre dedicado a perseguir y extorsionar a las personas que el kirchnerismo le indica. En los últimos años, se dedicó enfáticamente a defender a Cristina Kirchner.
Es el abogado de delirios judiciales K como la denuncia reciente contra Patricia Bullrich por el tema de las vacunas y el pedido de 100 millones de pesos de indemnización que Alberto Fernández le reclama a la presidenta del PRO por sus dichos. Sin embargo, es solo abogado del Presidente en esta causa menor y sin sustento. Porque, cuando las causas son serias, Dalbón brilla por su ausencia.
En el juicio por la Masacre de Once decía representar a un grupo de familiares de las víctimas. Por sus shows en las audiencias y por las aberraciones que sostenía fue expulsado del juicio y tuvo que dejar de participar. Además se le impuso una multa monetaria. Entre las cosas que había dicho, cometió violencia de género hacia una fiscal al insultarla y hacerle comentarios sexuales. Por su militancia K y, pese a que se suponía que representaba a familiares de víctimas, fue el único abogado de todos los participantes que pidió no enjuiciar ni condenar a Julio De Vido y Ricardo Jaime. En contra de las sucesivas sentencias que se dictaron, donde se probaba la responsabilidad política de los funcionarios por el abandono y la corrupción en el sistema ferroviario, para Dalbón el único responsable era el maquinista del tren por no haber frenado. En la causa se dejó constancia de que el maquinista no frenó porque los frenos no funcionaron.
A Dalbón parecen no gustarle la libertad de expresión ni la libertad de prensa. Como abogado de Aníbal Fernández se encargó de iniciarles causas penales a Luis Majul, Jorge Lanata, Alfredo Leuco y Nicolás Wiñazki. En 2020 también pidió que se le inicien causas a los dueños de La Nación y a Carlos Pagni por un comentario editorial en su programa de televisión. A Eduardo Feinmann le dijo que “le iba a sacar todo y dejar en pelotas”.
Como abogado K se dedica a perseguir a políticos opositores. Entre sus hitos pidió una condena a Margarita Stolbizer del GEN. En los últimos días también levantó el supuesto envío de armas a Bolivia en 2019 y reclama una condena y extradición para Macri y Bullrich.
Entre los fallidos de su vida también se descubrió que no había escalado el Aconcagua, como promocionaba en sus redes sociales. Los administradores del parque ni siquiera tenían el registro de acceso de Dalbón. Tampoco existen registros de su rescate en helicóptero, que contó en televisión.
Como en el debate de Fabri y Pagani, desde hace algunos años a Dalbón se lo puede acusar de “payaso mediático”.
