By Si bien el presidente Alberto Fernández, se mostró orgulloso por la adquisición de un nuevo avión presidencial, el ARG-01, que reemplazó al vetusto Tango -01, por el que el país desembolsó unos 25 millones de dólares, la aeronave debió regresar al taller por mantenimiento.
Es que tras tan solo un vuelo, el que llevó al ministro de Economía, Sergio Massa, y al diputado del Frente de Todos, Máximo Kirchner, junto a una comitiva especial hacia China, en búsqueda de inversiones y préstamos. El vehículo aéreo debió volver a los Estados Unidos.
Según consta en el parte oficial, a solo 20 días de su llegada al territorio argentino el avión ingresó a tareas de mantenimiento, en donde deberá someterse a una serie de actualizaciones en sus sistemas de navegación.
El flamante ARG-01, un Boeing 757-256 adquirido por el Gobierno por unos 25 millones de dólares, arribó a Dallas para ser revisado por especialistas de C&L Aerospace, la firma que había vendido la aeronave.
Por lo que se explicó desde presidencia, el objetivo del vuelo a Estados Unidos fue realizar una “actualización de sistemas varios”, algo que había quedado pendiente del contrato de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI): por ese motivo, los costos son absorbidos por la compañía norteamericana.
El ARG-01 había llegado al país el pasado 25 de mayo con una cuestionada maniobra de los pilotos oficiales, que terminó en una causa judicial contra el comandante de la aeronave por poner en riesgo la seguridad del aeropuerto.
