Invitado por el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el presidente de Fundación para la Democracia, Guillermo Whpei, formó parte del evento que se llevó a cabo en el auditorio Jaime Litvak King, del 17 al 19 del corriente mes.
En el coloquio también participaron Baltazar Garzón, Sergio Grez Toso, Rosario Lufrano, José del Val, John Ackerman, Marta Lamas, Rafael Perez-Taylor, Zósimo Hernández y Gabriel Bourdin.
Whpei agradeció a la UNAM «por atreverse a abordar temas incómodos, que son temas que no se abordan en universidades públicas», y comenzó su exposición preguntándose: «si ésta es la democracia que soñamos en latinoamérica. ¿Ésta es la democracia por la cual dejamos nuestra sangre en nuestras luchas y movilizaciones? ¿Nos pone feliz lo que conseguimos o no nos avergüenza profundamente este tipo de democracia que construimos?».
Propuso a los oyentes “construir un nuevo orden que pueda salvar a la democracia
débil, anémica que tenemos y llevar a los pueblos hacia la felicidad.»
También sostuvo que «no existe más tolerancia al olvido» ya que «la democracia está en un estado de debilidad extrema, anémica”.
Luego instaló los siguientes interrogantes: «¿Qué hacemos con ésta democracia?, ¿Cómo nos hacemos cargo de construir una democracia distinta?”
«Decimos que la democracia es débil porque no creemos en nuestros representantes, parlamentarios, políticos y es ese el gran problema que tenemos”, dijo convencido el presidente de Fundación para la Democracia.
Para finalizar, enfatizó «Los derechos humanos son una conquista…. Creo fervientemente que latinoamérica tiene la posibilidad de crecer, de salir adelante y recostarse en su pasado para poder construir un futuro distinto, inclusivo y para todos.»
Concluyó su disertación con una frase motivadora y esperanzadora: «Tenemos este desafío: sostener la utopía para nuestros hijos»