By Christoffer Persson, el turista sueco de 36 años que fue baleado en Monserrat cuando intentaban robarle el celular, ya está de regreso a su país. A 19 días desde la fatídica noche, recibió la autorización de los médicos y ya está rumbo hacia su casa.
Christoffer, ingeniero informático, había venido a la Argentina de vacaciones para festejar su cumpleaños, Navidad y Año Nuevo, cuando el 30 de diciembre a las 22.20, mientras caminaba junto a su novia italiana María Izzo por Tacuarí al 400, lo asaltaron y lo balearon.
Por ese ataque, el turista sueco perdió su pierna derecha y pasó 13 días internado en el Hospital Argerich -donde fue sometido a cuatro operaciones- y luego en una clínica privada porteña.
Enterados de la noticia de que iban amputarlo porque corría riesgo su vida, sus padres, Jorgen y Anita, vinieron a acompañar a su hijo en el momento más difícil. El matrimonio estuvo hasta el viernes pasado. Finalmente el último sábado le dieron el alta a Christoffer y comenzó su readaptación luego de tantos días internado.
Este miércoles, Christoffer dijo sentirse «muy bien», a pesar de todo lo que le tocó vivir: «Tengo sensaciones mezcladas. Por un lado amo a Buenos Aires. Pero por el otro quiero irme a casa para empezar terapia y entrenar correctamente», afirmó el turista.
Luego de algunos análisis de laboratorio y las primeras sesiones de kinesiología para aprender a caminar en muletas, Christoffer recibió el jueves la autorización de los médicos y esta mañana partió rumbo a Ezeiza para volver a Estocolmo, Suecia, donde vive con María y trabaja en una compañía de tecnología.
«Una vez que me acostumbre a usar las muletas correctamente, voy a poder vivir libremente», expresó Christoffer. Y se anima a más: «Amo la tecnología y voy a empezar a investigar sobre prótesis. No solo para mi, sino para poder ayudar a otros. Antes de esto ya encontraba fascinante todo lo que se podía hace con prótesis y conexiones nerviosas. Creo que es fantástico».
