By Días atrás, y para sorpresa de los presentes en el balneario «Pleno Sol» de Villa Gesell, el helicóptero policial en el que viajaba el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, comenzó a volar a muy baja altura, lo que provocó que varias sombrillas volaran por el aire.
Al respecto, Berni afirmó: «Tendríamos que partir de que una sombrilla en la playa es un elemento peligroso. Hay que preguntarse si el que puso la sombrilla no evaluó que una ráfaga de viento se la podía levantar».
Los mismos turistas que, azorados, vieron al helicóptero desplazarse peligrosamente sobre sus cabezas, registraron con sus celulares las imágenes que posteriormente fueron compartidas en las redes.
La argumentación oficial al respecto del hecho se acerca a lo risueño. En teoría, creyeron que un grupo de chicos, aproximadamente unos 300, agolpados y en movimiento, estaban peleándose, cuando en realidad estaban bailando. Fue por eso, supuestamente, que decidieron poner fin a la maniobra (que, en principio, violaría los protocolos de ANAC para este tipo de aeronaves) y regresar a la ruta inicial.
Este despliegue se suma a muchos otros en los que el ministro Berni acostumbra hacer gala de su presencia y porte de acción a fin de viralizar videos para publicitar su gestión, teóricamente efectiva, contra el delito.
