By Los altos índices de inflación siguen golpeando con fuerza en los barrios populares del conurbano bonaerense, en donde los precios de los alimentos aumentaron 6,17% en enero respecto de diciembre y acumularon un alza del 102,15% en los últimos 12 meses.
Así se desprende de un relevamiento mensual del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), los datos revelan que una familia de dos personas adultas y dos chicos, que en el primer mes de 2022 precisaba 33.685,25 pesos para adquirir sus alimentos indispensables, en el primer mes de este 2023 necesitó 68.094,31 pesos para comprar los mismos productos.
El principal motivo tiene que ver con las características propias de la vida diaria en esos barrios, ya que las familias se ven imposibilitadas de hacer compras mensuales en supermercados de grandes superficies para aprovechar promociones y descuentos, debido a que cobran a diario o semanalmente, y se abastecen en los comercios de cercanía donde programas oficiales, como Precios Justos, tienen poco alcance.
“Ya inició el año y lejos está de instalarse una perspectiva favorable para los sectores populares en general y mucho menos para los que cobran remuneraciones mínimas o tienen trabajos no registrados”, señaló Isaac Rudnik, director de ISEPCI.
Según indicó el analista, los programas de control de precios “aun cuando van acompañados de profusas campañas de propaganda, no tienen ningún efecto sobre un proceso inflacionario que lejos está de encontrar un techo, y sigue siendo, ante la mirada complaciente del gobierno, el mecanismo más contundente para el continuo traslado de ingresos desde los trabajadores hacia los sectores más ricos del país”.
De acuerdo con el relevamiento de ISEPCI, en el primer mes del año el rubro de productos de almacén liderados por los lácteos encabezó los aumentos con un 8%, seguido por las frutas y verduras, con el 7,33%, y las carnes, con el 2,33%.
