By El gobernador bonaerense Axel Kicillof, enfrenta una dura prueba al presentar en la legislatura el proyecto de ley de Presupuesto 2023, en donde pretende garantizarse más recursos de cara a un año electoral.
La iniciativa prevé gastos por más de 6.9 billones de pesos y la nueva Ley Impositiva para 2023, además de dos paquetes de leyes, que no consensuó con el bloque opositor, por lo que desde el sector adelantaron que no le votaran a libro cerrado.
La tarea no es nada fácil, ya que el gobierno bonaerense prevé un déficit primario 81 mil millones de pesos, en torno al 1,2 del gasto total, de 6,9 billones. Y un resultado financiero con un déficit del 3.7 por ciento en torno a los 249 mil millones de pesos.
“La nueva deuda que se solicita es menor al 3 por ciento de los ingresos: es el 2,5 por ciento del total. Es muy bajo”, dijo el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López. Es que se trata de un pedido de endeudamiento por 168 mil millones de pesos.
Por su parte, Juntos por el Cambio, anticipó que exigirá, como mínimo, la creación de un Fondo de Infraestructura Municipal que duplique el actual de 17 mil millones, lo que habilitará a los intendentes a administrar nuevas obras en un año electoral, es que el partido tiene varias intendencias que necesitaran recursos en un año de campaña.
“Kicillof viene dando discursos sobre que debe empezar el ‘momento redistributivo’ del gobierno. Pero vamos a otro presupuesto de ajuste y endeudamiento, como el que se acaba de votar en el Congreso Nacional”, comentó el diputado del Frente de Izquierda, Guillermo Kane.
En tanto, el presupuesto de 2022 cerrará con un déficit primario de 50.000 millones de pesos y un déficit financiero de 130.000 millones de pesos, según el ministro López. El año que termina la provincia afrontó servicios de deuda por 288 millones de dólares y para 2023 afrontará vencimientos por 400 millones de dólares.
