By El Gobierno nacional salió al cruce del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, tras sus declaraciones por la violencia creciente en Rosario, que le costó el cargo al ministro de Seguridad provincial, Rubén Rimoldi.
Fue el propio ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, quien planteó “asombran las expresiones” del jefe provincial, que había reclamado “ayuda urgente del gobierno nacional” tras los cambios en su gabinete después de una seguidilla de violentos ataques.
De este modo el funcionario a cargo de la seguridad nacional, indicó que “no dejó de invertir fondos para ayudar a resolver el problema de la ciudad de Rosario que lleva 20 años”, alegando que “los resultados están a la vista” y que no dejarán de “acompañar con soluciones, buscando revertir este presente que estremece”.
Aníbal, reiteró su defensa a la gestión por él brindada, ya que según relató el año pasado hubo 2010 procedimientos, que eso representa una suba de 161% respecto de 2021, con 2077 detenciones, un 256% más.
En lo que va del año hubo en Rosario 24 asesinatos en enero y siete en los primeros días de febrero. Entre esos crímenes estuvo el de Lorenzo Altamirano, un músico y artesano que fue levantado por un auto, asesinado y tirado frente a una de las entradas del estadio de Newell’s.
Ante la escalada de violencia, el gobernador decidió despedir a su ministro de Seguridad, después de convocarlo a una reunión a la casa de gobierno provincial. Lo reemplazó Claudio Brilloni, que era secretario del área, como medida dispuesta después del agravamiento de la violencia en Rosario con ataques como una balacera contra una comisaría y un centro de salud.
