By La magistrada Ana María Figueroa, ya cumplió los 75 años, pero se resiste a jubilarse hasta que el oficialismo trate su caso en el Senado y le dé una prórroga por cinco años más. Es una pieza clave para el futuro procesal de Cristina Kirchner.
Es que la magistrada está a cargo de la Cámara de Casación Penal, que debe definir si sobresee a la Vicepresidenta y a sus hijos Máximo y Florencia Kirchner, en el marco de la causa por lavado de activos, conocida como Hotesut-Los Sauces.
Por ello, la Cámara Federal de Casación Penal llamó de manera sorpresiva a una reunión para debatir el futuro de la jueza, que cumplió la mayoría de edad para ejercer el cargo, y a la que el oficialismo no logró definir su continuidad por falta de quórum en el Senado.
Los magistrados definirán si corresponde nombrar en su reemplazo a un juez subrogante, ya que Figueroa sigue ejerciendo su cargo, aunque no firma las sentencias porque está en suspenso, hasta que decida el Senado.
Si triunfa el sector que considera que se venció su mandato constitucional por haber llegado a los 75 años, le nombrarán un juez subrogante por entender que el cargo de Figueroa quedó vacante.
Dentro de Comodoro Py consideran que la votación será ajustada porque la jueza cercana a la ex mandataria, y que se mostró públicamente en contra de que se investigue a Cristina, tiene defensores y detractores dentro del tribunal, por lo que se espera una decisión difícil.
